sábado, 6 de junio de 2009

notas de mujer


Apartó los ojos del escenario, sin dirigirlos a un punto concreto, dejó que penetrara la música. Dio la vuelta a los ojos para mirarse; ahora, ciega de todo menos de sí, pudo entenderlo. No con palabras, no; no con pensamientos. Era la inefable intuición que despertaban las notas expandiéndose entre las venas, así de simple. Algunas, encogiendo los músculos del abdomen; otras, paradas bajo el pecho, todas ellas diluidas por el alcohol que no cesaba de tomar durante el concierto. Siempre le sucedía lo mismo, fuera la que fuera la música. Pero este sonido era distinto, tanto, que fue apagándose y de música a rumor hasta el susurro, hasta el fino hilo de voz que no alcanzaba a oír; y ahora, sorda de todo menos de sí, pudo entenderlo casi todo, concentrada en su latido, mirándose, escuchándose... se sintió por una vez en armonía con el mundo. ¿Qué le estaba sucediendo?

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LA PANDERETA DIJO (Primera edición)


¿Quién no ha renegado de sus musas o sus musos? (que de todo hay) por bailar la misma música que cotidianamente tocamos? La pandereta dijo es un desafío q todos los instrumentos, entre los que sobresale el ritmo familiar y desacompasado de una historia de amor no solicitada. El libro que tienes en tus manos esconde una realidad donde encuentro y deseo se van transformando en un juego de acróbatas en el que no se sabe cuándo y quién caerá primero.