Y a veces compro el pan y me confundo
Y no sé si hay ojales en la miga
Donde abrochar el punto de la liga
Que sujetó mis medias a tu mundo.
Si esto es surrealista o moribundo,
Que venga algún experto y que me diga
Cómo contar la historia, sin fatiga,
Del terminal amor. No es tan profundo
Lo de quitar las raspas del pescado
Aunque el dolor sea un róbalo podrido
Desafiando al tiempo en el mercado.
Para contar el fin: el alarido,
El vaciarse entera, haber llorado
Sin que se note apenas un graznido.
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LA PANDERETA DIJO (Primera edición)
¿Quién no ha renegado de sus musas o sus musos? (que de todo hay) por bailar la misma música que cotidianamente tocamos? La pandereta dijo es un desafío q todos los instrumentos, entre los que sobresale el ritmo familiar y desacompasado de una historia de amor no solicitada. El libro que tienes en tus manos esconde una realidad donde encuentro y deseo se van transformando en un juego de acróbatas en el que no se sabe cuándo y quién caerá primero.
Jo, Juana,sin palabras.
ResponderEliminarRaquel
gracias, raquel, soneto escrito desde el corazón
ResponderEliminarsi la musica seria una acaricia que podia tocar tu piel, te ofrecire el ritmo de las lacrimas de luvia, desnudos por lo mas sencillo sentido
ResponderEliminarQué lindo eres, Laurent. Un beso
ResponderEliminarEste soneto es único, y duro como un hierro de marcar (de esos incandescentes que se clavan en la piel dejando una cicatriz, que es seña para siempre).
ResponderEliminarUn beso, Juana.