viernes, 5 de noviembre de 2010

aparta el aguardiente (un viejo poema)

Aparta el aguardiente de sus ojos mansos,
que otros vendrán para vahar la hora donde el delirio aguarda.

Para vaharla.
Ahora.

Aparta de sus ojos no tan mansos de sus ojos caen alfombras
de aladinos y zahoríes o princesas no tan mansas las princesas
y una lámpara embrujada cabalgándole en el rostro
que otros vendrán mamá para cegarla

y te dirá que guardes esa fábula encantada
y la alfombra de Aladino el aguardiente o la ternura no tan mansa
la ternura por si otros le llegaran con el cuento de cegarla
que la guardes la ternura y la regreses a sus ojos

que otros vendrán, mamá, para vaharla.
Ahora, para vaharla.

Y aparta los humores como lágrima escanciada
que cayera de su boca
y si quiere detenerse delirando en la barbilla
este ensayo de sollozo esta lágrima escanciada por bufones
y aladinos o zahoríes o princesas no devuelvas a sus labios
lo que fue del aguardiente

Que otros vendrán, mamá

Que otros vendrán y otros vendrán mamá
para beberla
Ahora
para cantarla.

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LA PANDERETA DIJO (Primera edición)


¿Quién no ha renegado de sus musas o sus musos? (que de todo hay) por bailar la misma música que cotidianamente tocamos? La pandereta dijo es un desafío q todos los instrumentos, entre los que sobresale el ritmo familiar y desacompasado de una historia de amor no solicitada. El libro que tienes en tus manos esconde una realidad donde encuentro y deseo se van transformando en un juego de acróbatas en el que no se sabe cuándo y quién caerá primero.