martes, 27 de diciembre de 2011

ronquidos


Sentí que estabas viva porque roncabas aires de entretiempo.
Suena la respiración como el agudo aullido, loba, resquebrejándose.
Adentro los fragmentos se dispersan. Un diafragma expandido
ruega lo vacío y suelta, más allá de la garganta, algo parecido a una tormenta.
No hay suficiente noche para limpiar el mancillado viento
y hay que robarle al alba parte de luz, parte de inicio sosegado.
Respiración, roncar, roncar, curarse.

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LA PANDERETA DIJO (Primera edición)


¿Quién no ha renegado de sus musas o sus musos? (que de todo hay) por bailar la misma música que cotidianamente tocamos? La pandereta dijo es un desafío q todos los instrumentos, entre los que sobresale el ritmo familiar y desacompasado de una historia de amor no solicitada. El libro que tienes en tus manos esconde una realidad donde encuentro y deseo se van transformando en un juego de acróbatas en el que no se sabe cuándo y quién caerá primero.