viernes, 1 de junio de 2012

blanco y negro


Yo era un blanco y negro,
una antigua película quemada,
la foto inerte en el cajón.
Quería expandir la propia imagen
antes de diluir los ojos bajo la gota fría
que surgiría del fondo de una garganta osada.
Yo era la mota de polvo en tu televisor,
la que te daba arcadas si me veías salir
de una lata de sardinas. La raspa que se clavaba
en el agua destilada
...o eso pensabas tú:
que era un gris tan desabrido que ni el contraste hallabas
entre el rojo de tu vino y la carne bajo el sol.
Y aunque a veces leves focos
apaciguaran la almohada
te creíste tan de blanco,
me vestiste tan de negro,
que me perdí en el punto
al apagarse la pantalla
hasta asirme a lo invisible y a la vuelta del color.

2 comentarios:

  1. La demostración y la implicación constantes pueden volvernos oscuros. Pero para mí nunca has sido negra :)

    Me ha parecido precioso este poema.

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  2. Hay mucha luz en tu poema, la verdadera que no deslumbra creyéndose un blanco brillante surgido de chupar el color de los otros, la verdadera que reconoce su negro, su gris...

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LA PANDERETA DIJO (Primera edición)


¿Quién no ha renegado de sus musas o sus musos? (que de todo hay) por bailar la misma música que cotidianamente tocamos? La pandereta dijo es un desafío q todos los instrumentos, entre los que sobresale el ritmo familiar y desacompasado de una historia de amor no solicitada. El libro que tienes en tus manos esconde una realidad donde encuentro y deseo se van transformando en un juego de acróbatas en el que no se sabe cuándo y quién caerá primero.