lunes, 3 de septiembre de 2012

un día cualquiera o el atraco de un banco




es lo mismo:

con o sin despertador el día amanece,
o simplemente amanece.

La espuma blanca de unos ojos corren bajo el agua del grifo.
La tez lejana, pálida, se asemeja a la nieve de Moscú,
a cualquier nieve.

No conoce Moscú,
no conoce el polo sur,
no conoce los extremos, sin embargo,
sueña con el largo invierno donde el tiempo congelado se detenga
y enfríe la ansiedad de búsqueda, olvide una carencia.

Como si nada ocurriera, calienta el agua del té,
sigue adormilándose con las noticias,
no piensa correr, sin embargo,
miles de números, perfiles, candidatos,
se agolpan en las bolsas de trabajo.

“No ha sido seleccionado para el puesto”.

Perder,
ya no hay mucho que perder cuando simplemente amanece,

salvo el amor que nunca duerme,

                                es entonces cuando,

                                             un día cualquiera,

                                                       alguien atraca un banco.

2 comentarios:

  1. Un poema genial, actual, firme en la composición y con esa magia imprescindible que necesitan los versos. Muchas gracias. elvira vicente bernabéu

    ResponderEliminar

LA PANDERETA DIJO (Primera edición)


¿Quién no ha renegado de sus musas o sus musos? (que de todo hay) por bailar la misma música que cotidianamente tocamos? La pandereta dijo es un desafío q todos los instrumentos, entre los que sobresale el ritmo familiar y desacompasado de una historia de amor no solicitada. El libro que tienes en tus manos esconde una realidad donde encuentro y deseo se van transformando en un juego de acróbatas en el que no se sabe cuándo y quién caerá primero.