Lo único que quería era transitar a
bordo
del minúsculo filo de una hoja de
hierba,
esquivar los surcos
por donde las arrugas pliegan
el abrazo-mentira-
mentiroso -de fuerza- abrazo.
Lo único que pretendía era no
hundirme
en contradicciones ni atragantarme
con alimento ajeno, aprovechar el
impulso
de los balcones.
Pero alguien toma un silencio prestado
y le roba trágicas lenguas,
enmarañadas, plásticas lenguas
para trabar una verdad entera
-o la verdad a medias-.
¿Cómo pueden decirme,
cómo
decir cómo contarlo?
¿Cómo pueden ponerle rejas a las
entrañas,
tapiar las vísceras a cal y canto?
¿cómo van a segar el erizado vello,
cómo
velar la furia,
ceñir las medias a una garganta?
¡Genial!
ResponderEliminarDe lo mejor que te he leído últimamente.
ResponderEliminarBesos, linda.