No paro de pensar en los sorbos del café de las 11 a.m.
En cada uno reconozco otra razón para
intoxicarme:
Necesidad de insurrección:
a vista de pájaro
quiero
equilibrar las exigencias
sin olvidar el apreciado
sabor amargo.
Recuperar (me)
-a mí
conmigo-.
Y sin perder (te).
No hay comentarios:
Publicar un comentario