Apuntes de una cualquierbreve
biografía
Primero fue la
respiración, el llanto inconsciente, rotundo, que derivó en
aplauso.
Vive.
Hubo que olvidar la
primera lágrima.
Quisieron después los
ojos chicos acoger la luminosidad -lentamente- artificial -al fin y
al cabo luz- de una bombilla. Habituarse a los contrastes día-noche,
aprender el sino brujo de los interruptores. Era el temor a la propia
claridad lo que llamó apagón, aunque fingiera comprender el círculo
cromático. Más importante fue el instinto de succión, tender la
mueca-boca hacia un pezón al que llamaron madre. Necesidad de
abrazo, tacto, calor temprano. Amor y vive.
Muy bueno!
ResponderEliminar